12 enero 2006

La oficina siniestra



Hacía tiempo ya que no me pasaba por aquí, tanto que casi ni me acordaba de la contraseña. En fin, esto es por si aún queda alguien allá fuera...

Si en algo han supuesto una revolución (pequeña, claro) los malvados programas peer to peer es que nos posibilitan una forma nueva de ver televisión. Ahora que ya por fin han dividido la tele en dos, la morralla que es gratis para la chusma sin recursos y la de pago para la élite donde uno ya puede ver las películas, series y documentales que le echen, surge una tercera vía para los pringadetes que nos movemos entre la chusma y la élite; internet.

Sumamos a esto el renacer de las series de televisión (USA y británicas claro, porque seguir tirando de Esteso y Pajares como hacen Los Serrano, Aída o El Comisario pues...) y ya puede usted cómodamente en casa programarse a gusto la semanita. Va a su foro de p2p favorito y ahí tiene recién calentitos el último episodio de Perdidos, de Roma, de Spaced, de lo que haga falta, hasta de clásicos como El prisionero o aquella miniserie basada en el Tinker, Tailor, Soldier, Spy de Le Carré y protagonizada por Alec Guiness que tan feliz me ha hecho revisar. Y con subtítulos creados por abnegados fans (aunque haya alguno más voluntarioso que otra cosa como los perpetradores de los subtítulos de Roma. Aunque viendo el doblaje no sabe uno a qué quedarse...). En fin, todo lo necesario para convertir a la caja tonta en algo útil, placentero, hasta divertido.

El caso es que ya cualquiera está a lo último que ha sacao la HBO, la FOX o la BBC, toma globalización guapa. Ya podemos hacernos los listos recomendando esa serie tandeputamadre que no ha visto nadie, es un cachondeo, un sindiós, un caos en suma en el que no voy a ser menos, vaya que no. Así que como un buen advenedizo yo también les recomiendo mi serie de la temporada; The Office, de la BBC (muy por encima de Roma, con perdón de Spaced, pero por debajo de Perdidos, la serie que ejerce una extraña fascinación en mí. Pero como Perdidos se la sabe de memoria todo el mundo pues mejor se informan en alguno de los múltiples foros surgidos al calor de la serie).

Pero primero divaguemos un rato. Ya sabrán los más veteranos, las comedias británicas eran series reinas, prestigiosas y con marchamo de calidad de la tele en los setenta (Un hombre en casa, Los Roper, Auge y caída de Reginald Perrin, Éstas no son las noticias de las nueve, etc, etc. Bueno, también estaba Benny Hill) hasta que Bill Cosby y las series americanas impusieron su ley. Un breve florecimiento en los ochenta de mano de los canales autonómicos y Canal + (Alló, Alló, Sí, primer ministro, Enano Rojo, The Young Ones, B´stard, La pareja basura y varias que se me olvidan) del que sólo sobrevivió el repetitivo Mr. Bean, que también ha acabado desapareciendo ante el empuje de la floreciente y pujante industria española de las series de humor más fino (risas enlatadas).(*)

Así que en justa contrapartida por quitarnos los fondos europeos de compensación, lo del cheque británico y lo de Trafalgar, poco a poco las teles españolas dejaron de emitir las series que se iban produciendo en la Pérfida Albión. En España producto español, como está mandao. Gracias a dios, como decía antes, el p2p ha remediado la situación y ya pueden disfrutar ustedes de lo mejorcito de la industria inglesa en cuanto a series, como la susodicha The Office de marras.

The Office continúa la venerable tradición de series británicas de humor de toda la vida pero con un envoltorio moderno, con aspecto de documental cámara al hombro en plan Dogma95 (algo bueno tenía que salir de Von Trier y su panda, ¿no?). No hace falta aclarar que la acción se sitúa en una pequeña mediana empresa papelera inglesa de una ciudad también mediana y gris. Un escenario agradecidísimo para la comedia como sabrá cualquiera que haya fichado alguna vez en su vida (que se lo digan a los de Camera Café), pero también para el drama y la amargura. Así, el primer episodio, la tradicional presentación de personajes, descoloca un poco, el final es abrupto, duro, de mal rollo, como de chiste muerto. Pero la visión de los demás episodios no deja lugar a dudas, la serie sigue los parámetros de la comedia británica de siempre; sarcasmo, humor negro, asco vital, sátira salvaje y unos cuidados personajes donde descansa la trama de cada episodio.

Así, el personaje principal, David Brent, es el típico jefe que quiere parecer enrolladete y gracioso y no es más que un cabronazo con preocupantes ramalazos de infantilismo, egoísta y con urgente necesidad de una vida al margen del curro. Un personaje maravillosamente interpretado por Rick Gervais, digno heredero del enorme Señor Roper. Su mano derecha es Gareth, un pelota cretino ex-soldado amante de las armas, con ínfulas de jefe e incapaz de relacionarse con las chicas que también nos retrotrae al gran Arnold Rimer, el holograma de Enano Rojo, pero con un toque de mal rollo. Y el vértice del armazón es Tim, el punto de vista del espectador, un comercial que aún mantiene la cordura pero que va quemándose poco a poco, como una mecha lenta, en un puesto de trabajo aburrido, deshumanizado y estúpido pero que, por mucho que lo pretenda, nunca tendrá la valentía de abandonar.

La plantilla se completa con la secretaria, la becaria, el etetero (currante de ETT), los ejecutivos idiotas y demás fauna que pulula por esas oficinas de Dios, moviéndose en un ambiente triste y cutre como sólo Inglaterra puede ofrecer (y lo sé porque lo he vivido); del curro al pub, del pub a casa, de casa al curro, presos de una mansa desesperación. En fin como balance quedan dos temporadas y un especial Navidad, numerosos premios y la primera serie extranjera que entró a competir en los Globos de Oro americanos. Pero esto como que nos la suda, ¿no?. Eso sí, tengan cuidado que rula por ahí una versión americana que a lo mejor no esta mal pero que no es lo mismo sin ese acentillo británico tan entrañable. Y próximanente nueva serie de los creadores de The Office con Rick Gervais al frente; Extras.


(*) Uno comprende en toda su crudeza el principio de entropía (o sea, que todo va a peor irremediablemente) cuando repasa la evolución de las series de humor de la tele... Teníamos a Los Roper y nos pusieron Benny Hill. Cuando ya hasta nos molaba Benny Hill llegó Bill Cosby. Cuando ya babeábamos lobotomizados frente a series de familias americanas o amigos americanos con loft llegó Farmacia de guardia. Cuando resignadamente sufríamos las series españolas entre sonrisas cansinas de mansa desesperación llegaron las directamente oligofrénicas como Médico de familia. Y ya cuando andábamos a punto de cortarnos las venas nos clavan Los Serrano, ¿qué será lo próximo?.

5 comentarios:

J.Fidel dijo...

Me alegro que hayas retomado este fantástico blog :)
Añado una recomendación de serie USA, "El ala oeste de la Casa Blanca", serie sobre los entresijos políticos del dueño del despaño oval y sus colaboradores, es muy buena.

Andrés dijo...

A mí lo que me impresionó es el tono de la serie. Un humor un tanto extraño, una sabor de boca que inquieta, y la sensación de que me faltan unos pocos años para poder disfrutarla en su plenitud.

Un saludo, y a seguir.

fonz dijo...

Gracias Fidel, que me vas a poner colorao. A mí "El ala oeste..." me parece una serie estupenda, con cierto aire "izquierdista" dentro de un orden, claro, al estilo de la mítica "Lou Grant", serie que alguien debería recuperar.

Xoota,

Para poder disfrutar de The Office en su plenitud lo que te hace falta es currar en una oficina o lugar semejante, jejeje. Na, es broma. A mí es lo que más me gusta de la serie es como capta ese sentimiento de "¿pero que coño hago yo aquí?" que te asalta cuando sales de un bar medio borracho a las once de la noche después de haber estado currando todo el día en un trabajo que odias para acabar metiéndote media docena de cervezas con gente con la que no tienes nada en común y que, en algún caso, nisiquiera te caen bien. Y encima al día siguiente te tienes que levantar pa ir al tajo. Quizé a mí me llegue más porque yo he sido toda la vida de currar en oficinas, así que...

Andrés dijo...

Por cierto, has visto "Arrested Development"? Quizá no sea tan vanguardista como The Office, pero sí me hizo mucho más gracia. En lo curioso del tema está que todos los capítulos van entrelazados, formando un todo. Y también tiene su componente oficinero... Pero mucho más gracioso...

fonz dijo...

Hombre, "The Office" no es una serie de vanguardia, más bien es la serie británica de toda la vida pero rodada con moderneces. Lo que pasa es que no es de carcajada, es de sonrisa, más bien sonrisa de mal rollo. Yo es que lo del mal rollo me pirra. Una de carcajadas es "Spaced" con gente de "Shaun of The Dead" (aunque la peli ésta tampoco me pareció para tirar cohetes de graciosa, pero va, está bien).

Le echaré un vistazo a Arrested, desde luego.

PS. Ya tengo "The Algebraist" en mis manos, por las cincuenta páginas voy, en cuanto acabe te aviso para eso que tenemos apalabrao.

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