10 abril 2005

La muñequita de papá



Habrán notado que últimamente la vertiginosa cadencia de mis actualizaciones ha caído casi al punto de coma profundo. Sí, importantes cambios en mi fascinante devenir vital me tienen liadísimo, cosa que me obliga a descuidar la estación. Y mientras intento terminar de una vez un par de comentarios a costa de Rucker y Shirley, aprovecho para colocarles un comentario sobre un clásico del tebeo indie americano cuya publicación en España pasó totalmente desapercibida, quizá la "modesta" edición de La Cúpula tuyo algo que ver en ello. Se trata de "La muñequita de papá" de Debbie Dreschler. Así pueden conseguirla antes de que sea otro de esos tebeos que en un par de años no haya quien encuentre.

"La muñequita de papá" es un tebeo parcialmente autobiográfico de la propia adolescencia de Dreschler. En la historia Debbie se desdobla en Lily, una niña normal de una familia normal de clase media de un pueblo pequeño de los USA. Pero bajo esa apariencia de normalidad bullen las aguas turbias del abuso infantil, la neurastenia y las mentiras que mantienen con alfileres una falsa felicidad familiar. Las visitas nocturnas del padre de Lily van socavando a la niña por dentro mientras aparentemente no pasa nada. La vida familiar se sigue desarrollando normalmente puntuada por pequeñas explosiones neuróticas de unos padres que vuelcan sus frustraciones sobre los hijos.

A medida que van pasando los años, los abusos que sufre Lily van despojándola de su autoestima y su capacidad de autodefensa (asume e interioriza que si su padre abusa de ella es porque se lo merece y le gusta, como le recuerda él reiteradamente), arrasando incluso con su mundo interior que gira alrededor de un implacable desprecio por ella misma. Al final, incluso pequeñas satisfacciones como las aptitudes artísticas de la muchacha son aplastadas por otro episodio de abuso sexual del que es incapaz de defenderse. Y al final únicamente queda el vacío y la soledad y soñar con voces distantes, imaginando que son la familia feliz, el cariño y la amistad que a ella se le niegan.

Muy lejos del melodrama y el optimismo de la historia de superación personal de la excelente "Historia de una rata mala" de Brian Talbot, Dreschler construye una historia brutal y desoladora en su retrato de la unidad familiar. A base de historias cortas, básicamente anécdotas limpias de cualquier melodramatismo, vamos siendo testigos de la sutil crueldad de un matrimonio destruido que funciona por inercia, de las frustrantes relaciones amistosas durante la adolescencia, la falta de perspectivas y futuro del mundo que vamos construyendo para los chavales.

El dibujo es el habitual feísmo indie que puede espantar a mucha gente. Es incluso torpe pero que funciona perfectamente porque contrasta la brutalidad y crudeza de la historia con una delicada y detallista inocencia. Recuerda lejanamente a un Luis Durán recargado y onírico, de atmósfera grave y oscura, hermosa incluso, como en esas viñetas de la violación en el bosque o las perspectivas descoyuntadas como teatrillos expresionistas donde se va desarrollando la vida de los personajes.

Y todo ello sin necesidad de clavarnos una historia autobiográfica de artísticas trescientas páginas, sin buscar cabezas de turco; aquí la culpa no la tiene la religión, ni la sociedad puritana, ni la televisión ni nada; aquí los culpables somos nosotros, la pura verdad desnuda. Y en el abrupto final no hay ninguna conclusión, ninguna resolución por parte de la protagonista, ninguna catársis; la vida continúa en su absurdo y cruel devenir, estrechándose como un túnel obstruido, encharcado y hediondo que fuera a triturarte en su interior.

3 comentarios:

Andrés dijo...

He de reconocer que aún no me he acercado a Debbie Dreschler... Y eso que leí tu recomendación en cyberdark, y diversas recomendaciones por ahí por la web.

El caso es que siempre he tenido mejores cosas que leer... Bueno, supongo que le ha pasado a todo el mundo. Lo típico, ya sabes: "Debbie Dreschler? Ya la leeré". Y eso.
Le falta un poco de nombre por aquí.

Ya te comento cuando la hinque el diente. Aunque será a otras cosas de la misma Dreschler...

Anónimo dijo...

¡Debbie Dreschler me encanta! Bueno, sólo he leído este tebeo suyo, no sé si tiene editado alguno más...

"La muñequita de papá" me parece impresionante. Los dibujos me recuerdan un poco a Julie Doucet.

Fonz, no había visto hasta ahora tu página. Ya está en favoritos.

Un saludo.

Llosef.

fonz dijo...

Bienvenido a la Estación Llosef, espero actualizar con más regularidad para que no acabes borrándome de tu favoritos. Por cierto, tenías que animarte a hacer un bloguito. Ya lo estoy viendo; novela pulp, terror, Gang of Four y Psychic TV..., estaría de pm.

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