08 junio 2005

No Future


Ejem...

Bueno...

Decíamos...

Hace algún tiempo el compañero Llosef tuvo el buen gusto de linkarnos en Estación de nieblas una página de transporte retrofuturista, la elegante Transportation Futuristics donde ustedes podrán encontrar todas aquellas visionarias soluciones para el transporte de masas que, por estar demasiado adelantadas a su tiempo o por incomprensión del resto de humanos todavía demasiado anclados al cerebro reptiliano, no llegaron a buen puerto. Y eso que algunos de ellos harían las delicias del alcalde Gallardón o Florentino Pérez y otros insignes magnates de la construcción. Imagínense sino las obras necesarias para tener esos monorraíles gigantes recorriendo todo Madrid de arriba a abajo. Sólo ciudades a la vanguardia como Springfield, gracias a visionarios como Homer Simpson, tuvieron la valentía de adoptar mi medio de transporte favorito, el monorraíl (que ya no se ven ni en los parques de atracciones).

Madrid 2012

En esta línea de futuro visionario es imprescindible el enlace Tales of the Future Past.

Esta página es una mina. Aquí podremos encontrar desde la casa futura con ese supercool "Bachelor Pad" o pisito de soltero, hasta las pesadillas arquitectónicas a los que puede llegar un arquitecto famoso totalmente pagado de sí mismo y absolutamente alejado de la realidad (seguro que el Ruedo de la M-30 madrileña o las Torres KIO también eran la leche sobre el papel). Fascinante asimismo la vida de Elektro (y Sparko, su mascota), el robot estrella de la Westinghouse y su triste final como electro-star con problemas de adicción y escándalos sexuales. En fin, exploren, exploren, porque tienen para horas y horas de trabajo zascandileando por internete como debe ser en vez de cumplir con sus aburridas y absurdas tareas.

Picadero del futuro

Pero ya más en serio, me fascina el retrofuturismo (una de mis series favoritas de dibujos eran "Los Supersónicos", fue traumático que llegara el año 2000 y no se pareciera en nada a lo que vivía la familia Jetson). Y sobre todo me fascina como soñaban en el pasado lo que iba a ser la vida futura; ordenada, limpia, pulcra, perfecta, todos comiendo pastillitas y excretando en váteres al vacío o algo así. En resumen, una pesadilla generada por empollones en fase anal o con síndrome de Cenicienta. Quizá intuían que el futuro sería un lugar vulgar y ramplón, y acertaron en que era más divertido imaginarlo que vivirlo.

Pero estéticamente son fascinantes, parece que los ingenieros, más que seguir un estricto método científico, encontraban su inspiración de las películas, los pulps y los tebeos a la buena de dios. No sé con cual quedarme, si con "El contínuo de Gernsback" de los años veinte y sus geométricas urbanizaciones fasciofuturistas de rascacielos, autogiros, dirigibles y dictáfonos. O los cincuenta y su sueño motorizado, transitando por autopistas eternas como si circularan por la Arcadia (nadie pensó en el pequeño detalle del petróleo, ni siquiera la cf). Y los sesenta y setenta, con esos hogares futuristas pop, entre la Naranja Mecánica y una de Esteso y Pajares, todo bien regado con Peppermint Frappé. Lástima que la crisis del petróleo y el Vietnam en los setenta diera al traste con todo el alegre optimismo a la hora de imaginar el futuro en la cultura popular. Aunque la estética Blade Runner ya es absolutamente retro como un vídeo de Sigue Sigue Sputnik, ambos desde ya obras maestras del retrofuturismo ochentas. Informática de ocho bits, plexiglás y neones, mmmmm...

Quinientos litros a los cien kilómetros

Lo que me temo es como quedaremos nosotros, hombres de un siglo tan importante en el campo del retrofuturismo como es el XXI, ¿se imaginan ustedes que pensarán en el 2096 de los anuncios de telefonía y cacharrería electrónica que son los que ahora moldean la imagen del futuro en la imaginería popular?. Tal y como lo imaginamos ahora, el porvenir es un cruce entre el Ikea, la zona industrial de Alcobendas, un centro comercial y la sección de imagen y sonido de El Corte Inglés. Qué rollo, ¿no?.

1 comentario:

Andrés dijo...

A mí lo que mas me ha gustado es lo del helicóptero... Me encataría hacer el trayecto Talavera de la Reina-Aranjuez en helicóptero...

Por cierto, conoces el corto "the flying car" de Kevin Smith? Es algo así como un sketch de Clerks (en color) que habla del tema. También con una mirada atrás a los Supersónicos y todo :)

Cinco novelas de 2023