A continuación cinco novelas que he disfrutado leyendo este año, sobre todo por hacer que las ruedecillas de mi cabeza giraran sin descanso durante y, sobre todo, varios días después de su lectura.
5. Bienvenidos a Metro-Centre, de J. G. Ballard (traducción de Marcial Souto)
Disfrazada de novela negra cuyo mayor aliciente es que la "investigación" consiste en leer las ballardadas que sueltan los personajes que se entrevistan con el protagonista, se trata de una novela muy de tesis sobre cómo el individualismo extremo, la pérdida del sentimiento de comunidad y la muerte de la espiritualidad, trocada por la única satisfacción de poseer bienes de consumo, vacían a los ciudadanos de tal modo que éstos se vuelcan en la violencia, el tribalismo deportivo, la xenofobia, el fascismo como solución transitoria, y, finalmente, en la locura como única vía de escape para soportar el tedio de la existencia. Un panorama que recuerda algunos clásicos del cineasta Adam Curtis (The Century of the Self o The Power of Nightmares son quizá los primeros que se vienen a la mente), pero si Curtis es un humanista que aún tiene esperanzas en la raza humana, en esta novela Ballard se revela como un misántropo; a la gente lo que le mola es que le den caña y que le digan lo que tiene que hacer, es muy gracioso y revelador a la vista de ciertos eslóganes de la extrema derecha, como en la novela el concepto "libertad" (esto es, libertad egoísta, en contraposición a libertad responsable), llevado a su extremo es un peligro para las personas y el germen del fascismo. Es más, ahora toca fascismo, pero cuando éste fracase, sólo quedará la locura.
En lo más estrictamente literario entiendo el rechazo que suscitó esta obra en su momento; le sobran páginas y utiliza conceptos y estructuras que Ballard ya empleaba en otras novelas. Podría argumentarse incluso que no es más que Rascacielos pero en mal, pero la potencia de sus ideas y la sobriedad formal con la que Ballard las vuelca al papel, sin renunciar a esas brillantes metáforas tan propias de su estilo, hacen de la novela una lectura más que interesante.
Bienvenidos a Metro-Centre (Kingdom Come), de J. G. Ballard. Traducción de Marcial Souto. Minotauro 2008. Tapa blanda. 336 pp. A precios disparatados en el mercado de segunda mano.
4. Del amor y otros demonios, de Gabriel García Márquez
Una interesante novela que metaforiza el agotamiento y bancarrota de los valores del imperio español que daban sustrato ideológico y supuesta legitimidad a la conquista de las Américas, esto es, el impulso civilizatorio de una cultura "superior" y, sobre todo, el afán evangelizador. Pero en el Caribe de finales del siglo XVIII, en los años previos a la Revolución Francesa, dichos valores, completamente agotados, toman la forma de una élite gobernante apática e inútil y una nobleza criolla avariciosa y hedonista que odia la metrópolis, sumiendo a las colonias del virreinato de Granada en un ambiente de abandono y de podredumbre moral, como un barco de esclavos azotado por la peste, entrando a puerto entre cadáveres hinchados. La novela propone una renovación espiritual surgida de la vitalidad cultural de las clases populares mestizas y los esclavos negros, plasmado en un sincretismo de creencias africanas, indias y cristianas que toma cuerpo en Sierva María, la hija no querida del apático y melancólico Marqués de Casalduero, aristócrata español y Bernarda Cabrera, criolla que se casa con él por interés. Sierva María, ignorada y despreciada por ss padres se cría entre la servidumbre y los esclavos de la casa, convirtiéndose en una más de ellos. Sin embargo, la conclusión de García Márquez es más bien pesimista y desesperanzada, al final, el contacto (amoroso pero impío para las autoridades eclesiásticas de la metrópoli) entre dos mundos, el de Sierva María, supuestamente poseída por varios demonios y el de Cayetano Delaura, vicario español cercano al obispo de la ciudad y encargado de exorcizar a Sierva, queda abortado por la acción de la tradición católica y la novela se precipita hacia un amargo final, donde un futuro viable para ese decadente virreinato de Granada parece quedar definitivamente truncado, salvo por el detalle de los cabellos siempre crecientes de Sierva María, que simbolizan la vitalidad de las clases populares y sus aspiraciones de emancipación a lo largo de los siglos.
García Márquez vierte al papel todo este movidote con una extraordinaria exquisitez formal, tanto en la precisión para el adorno, la metáfora o las hipérboles, como en la evocación de ese mundo que se vacía como una carcasa seca, y que recuerda al final de Macondo en Cien años de soledad. Quizá tarda un poco demasiado en arrancar para ser una obra tan breve, pero una vez lo hace resulta una lectura muy interesante y disfrutable.
Del amor y otros demonios, de Gabriel García Márquez. Plaza y Janés, 1994, tapa blanda, 169 pp. 7€
La primera novela de Pedraza es un fenomenal cebollón histórico-cósmico-místico-terrorífico, entiendo que inspirado en el Manuscrito encontrado en Zaragoza de Potocki y las obras que, a su vez, inspiraron a éste; el Decamerón, las Mil y una noches o los Cuentos de Canterbury, etc, pero con las habituales obsesiones de Pedraza; el poder femenino y las diosas lunares, lo impío, lo arcano, el sexo, lo siniestro y lo sangriento. Sin embargo el texto es engañoso, al principio accesible e impulsado por la acción, la cosa va complicándose tanto en la densidad formal como oscureciéndose en lo argumental, traicionando quizá al lector. Es decir, en la primera parte se nos plantea un argumento muy sencillo y ágil, picaresco, sobre la misteriosa iniciación en lo arcano de un pazguato en una localidad española durante siglo XVII, pero se cierra de forma muy enigmática en un relato plagado de referencias simbólicas, incluyendo los posibles trastornos psicológicos del protagonista, que dejan numerosos cabos sueltos que, aunque aportan el para mí, necesario misterio y exigen que el lector ponga de su parte, resultan pelín frustrantes.
Por otro lado, esta progresiva complejidad formal y abizarramiento del relato también tiene sus recompensas, hay en la novela, sobre todo en su último tercio, muchas escenas y situaciones memorables por extrañas y maravillosamente escritas, con mención especial a los últimos capítulos donde recorreremos los planos divinos e infernales y el misterio aterrador que anida centro del universo, sencillamente he flipao con unas páginas extraordinariamente imaginativas que me va a costar olvidar y que para mí han justificado por sí solas y con creces, la lectura de la novela.
Las joyas de la serpiente, de Pilar Pedraza. Tusquets, 1988, Tapa blanda, 256 pp. 18€
2. Un verdor terrible, de Benjamín Labatut
Labatut relata este proceso centrándose en las vidas de varios investigadores clave en la ciencia del siglo XX, el siglo de la incertidumbre; Grothendieck, Schrödinger o Heisenberg, personajes que, según se nos indica, han de abandonar la lógica del sentido común y convertirse en poco más que místicos más cercanos a la espiritualidad oriental que a otra cosa, obligados a desechar el lenguaje, las metáforas y la lógica que imperaba hasta entonces a la hora de enfrentarse los entresijos de un universo gobernado por un azar incomprensible y establecer nuevos modos de relacionarse con él. A su vez, con el relato sobre Fritz Haber que abre la novela como un informe cuasi periodástico, Labatut comienza estableciendo un marco para otra de las ideas que recorren el libro; el de un método cientáfico capaz de salvar millones de vidas pero que, libre de ataduras mo18€rales, ha provocado algunas de las más terribles matanzas de la historia. A medida que avanza el relato, y sobre todo en el clímax que conduce al manifiesto final del libro donde las ideas de Heisenberg perfilan la nueva forma en que se relaciona la ciencia y la realidad hasta nuestros días, el estilo de Labatut entra en terrenos más novelísticos y de ficción, acercándose a una innovadora mezcla de ensayo biográfico ficcionado, terror materialista pero a la vez místico, psicológico, abstracto y existencial, e incluso con toques de ciencia ficción, extraordinariamente ameno, ingenioso, fascinante y sugerente.
Un verdor terrible, de Benjamín Labatut. Anagrama, 2019, rústica, 219 pp., 18€
Una extraña y fascinante novela ya desde su irónico y metaliterario título, que cobra todo (sus) sentido(s) al cerrar el libro. En un principio es una historia de intriga acerca de la desaparición de cinco viajeros en la región de Devonshire en 1736, estructurada en partes narrativas y transcripciones de interrogatorios, entre los que se insertan diversos artículos periodísticos sobre sucesos de aquel año acontecidos en Inglaterra, al objeto de dar una visión del panorama social de la época. Además, el propio Fowles aparece a lo largo de la novela como posmoderno creador omnisciente, interviniendo para aclarar ciertos puntos del comportamiento y la cosmovisión de los personajes.
Pero al irse desentrañando poco a poco el misterio y su juego de humo y espejos, que llega a ser muy loquérrimo, te das cuenta que la novela está examinando cuestiones sociales e históricas acerca del inmovilismo del antiguo régimen y la natural reacción humana ante la injusticia y la desigualdad de un mundo creado por un Dios infinitamente bondadoso y omnipotente, una antiquísima paradoja que en Inglaterra dio lugar a diversas sectas protestantes como los cuáqueros, durante y después del período revolucionario de 1642-1689 y que, junto a las nuevas ideas ilustradas y otras circunstancias económicas, sociales y hasta climatológicas, desembocaron en la Revolución Americana y Francesa y la aparición de las primeras estructuras democráticas modernas. Además, Fowles, emplea el origen de una de estas sectas igualitarias, los shakers, para examinar las cuestiones del Yo, la espiritualidad, el individualismo y la comunidad relacionándolos con nuestra (pasada) contemporaneidad del s.XX.
En definitiva, un artefacto intelectual complejo, entretenidísimo, profundo y fantásticamente escrito y traducido en esta edición, la típica novela a la que acabas volviendo una y otra vez.
Pero al irse desentrañando poco a poco el misterio y su juego de humo y espejos, que llega a ser muy loquérrimo, te das cuenta que la novela está examinando cuestiones sociales e históricas acerca del inmovilismo del antiguo régimen y la natural reacción humana ante la injusticia y la desigualdad de un mundo creado por un Dios infinitamente bondadoso y omnipotente, una antiquísima paradoja que en Inglaterra dio lugar a diversas sectas protestantes como los cuáqueros, durante y después del período revolucionario de 1642-1689 y que, junto a las nuevas ideas ilustradas y otras circunstancias económicas, sociales y hasta climatológicas, desembocaron en la Revolución Americana y Francesa y la aparición de las primeras estructuras democráticas modernas. Además, Fowles, emplea el origen de una de estas sectas igualitarias, los shakers, para examinar las cuestiones del Yo, la espiritualidad, el individualismo y la comunidad relacionándolos con nuestra (pasada) contemporaneidad del s.XX.
En definitiva, un artefacto intelectual complejo, entretenidísimo, profundo y fantásticamente escrito y traducido en esta edición, la típica novela a la que acabas volviendo una y otra vez.
Capricho, de John Fowles, traducción de Ana María de la Fuente. El Aleph, 2002. Rústica, 448 pp. 22€ segunda mano.